Podríamos definir la condición
física de una persona como el conjunto de capacidades que le permitirían
realizar una actividad cotidiana, con rigor y eficacia, retrasando la aparición
de la fatiga, siendo realizada con el menor gasto energético y evitando
lesiones. Así, la condición física, no sólo depende de cualidades físicas
condicionales (fuerza, velocidad, resistencia), sino también de cualidades
motoras coordinativas (agilidad, flexibilidad, destreza, equilibrio...).
El ejercicio físico constituye
para el organismo un cambio en las condiciones de equilibrio del medio interno,
es decir, una perturbación en la homeostasis que es captada por diferentes
receptores del organismo, traduciéndose por un mecanismo de retroalimentación
(regulación automática) en una serie de respuestas del organismo que intenta
compensar el desequilibrio causado. Por lo tanto, se denominan respuestas al
ejercicio a los cambios súbitos y temporales en la función causados por el
ejercicio o bien a los cambios funcionales que ocurren cuando se realiza un
ejercicio y que desaparecen rápidamente después de finalizado el mismo. Estas
respuestas van a ser variables en función de las condiciones genéticas y
preparación física del individuo, así como según su estado de salud.
El entrenamiento físico
regular crónico produce en el organismo una serie de cambios o modificaciones
que se denominan adaptaciones que suponen diferencias morfológicas y
funcionales respecto al organismo de un individuo sedentario. Estas
adaptaciones se observan tanto en condiciones de reposo (por ejemplo,
frecuencia cardiaca más baja en individuos entrenados en deportes de
resistencia aeróbica que en personas sedentarias) como durante el ejercicio
(por ejemplo, frecuencia cardiaca ante una carga de trabajo submáxima inferior
en individuos entrenados que en desentrenados).
A lo largo del ciclo escolar
he estado trabajando todos estos rasgos para mejorar mi condición física y,
poco a poco, he visto los avances. Al inicio del curso, no hacía ningún tipo de
actividad física, sin embargo, cuando el profesor pidió los créditos deportivos,
me inscribí a un gimnasio, el cual me ofrece un programa
de entrenamientos muy completo para mi salud y bienestar general, así como
entender al deporte como un estilo de vida. Principalmente me he enfocado en trabajar
la fuerza (en abdomen, brazos y piernas) y el área cardiovascular.
Considero que este esfuerzo se
ha visto reflejado en las pruebas de cardio de los tres periodos, ya que en el
examen diagnóstico llegué hasta el nivel número 4, en el segundo periodo hasta
el nivel 5 y medio y en el tercer periodo estuve cerca de llegar al nivel 6. Asimismo,
he logrado completar, tanto la prueba de flexiones, como la prueba de cuerda de
los tres periodos. También las actividades realizadas en clase me han permitido
mejorar mi frecuencia cardiaca.
Los créditos deportivos y el
contenido conceptual de los tres periodos me impactado de forma positiva, ya
que me han ayudado a:
- · Tener mayor productividad
- · Disminuir el estrés
- · Aumentar niveles de oxigenación cerebral mejorando la agudeza mental
- · Control y reducción de riesgos asociados a la salud
De igual modo, para mantener
un peso e IMC que vayan de acuerdo a mi estatura y edad, mis créditos
deportivos me ofrecen un menú con diferentes combinaciones de platillos según
la eficiencia de mi metabolismo y el conteo de kcal para un adecuado monitoreo
de mi dieta diaria. De esta manera, este ciclo escolar me ha permitido desarrollar
una vida más activa y tener salud muy completa y las evidencias se plasman en
mi vida cotidiana, ya que evito situaciones de riesgos, aprovecho mejor mi
tiempo y he notado cambios en mis actividades diarias, por ejemplo, ya no me
canso tanto al subir las escaleras del metro.
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